La conciencia de sí mismo o autorrepresentación es un fenómeno en el que los seres humanos no suelen reparar. Los filósofos han debatido únicamente el grado en que este fenómeno se extiende a otras especies y no han sido capaces de responder más allá de la manida dicotomía entre seres racionales y no racionales. 

 

La aproximación experimental ha resuelto de forma brillante este problema mediante el simple test del espejo, creado por Gallup Jr. en 1970. Esta prueba consiste en poner una marca en una parte del cuerpo que el sujeto únicamente puede ver mirándose en un espejo, y observar si reacciona ante ella, por ejemplo tocándosela. Sólo cinco especies de primate pasan el test del espejo: humanos (los niños adquieren esta habilidad a partir de los 18 meses), bonobos, chimpancés, gorilas y orangutanes, mientras que otros monos fracasan. Además, los elefantes y ciertos cetáceos como orcas y delfines también lo superan, pero no los perros ni los gatos