Sabemos que en un 33-50% de los pacientes con accidente cerebrovascular se desarrollará una depresión tras un periodo corto de tiempo. Al ser pacientes de alto riesgo, constituyen una cohorte ideal para estudiar intervenciones de prevención primaria de la depresión. Un estudio reciente ha analizado si el tratamiento de los pacientes con accidente cerebrovascular tanto con medicación antidepresiva como con terapia de resolución de problemas podría disminuir la incidencia de depresión posterior al accidente cerebrovascular.
Durante un periodo de 4 años, pacientes adultos con edades comprendidas entre los 50 y 90 años y diagnosticados de accidente cerebrovascular en diferentes centros fueron incluidos en un estudio controlado con placebo y doble ciego sobre escitalopram frenta a una terapia de resolución de problemas, aplicada sin enmascaramiento. Se excluyó a aquellos pacientes que en el momento de su plantear su inclusión ya cumplían los criterios de depresión mayor o menor, con accidentes cerebrovasculares de causa infrecuente como los secundarios al cáncer, y con enfermedades como cardiopatía, insuficiencia respiratoria y enfermedad de Alzheimer.
Fueron asignados aleatoriamente un total de 176 pacientes: 58 para recibir placebo; 59 para recibir 5-10 mg/d de escitalopram y 59 para una intervención de terapia de resolución de problemas consistente en 6 sesiones de tratamiento durante 12 semanas y otras 6 sesiones adicionales de refuerzo a lo largo de un año. No existían inicialmente diferencias significativas entre los grupos en cuanto a características demográficas, localización y gravedad del accidente cerebrovascular, puntuaciones globales de enfermedad ni comorbilidad. El criterio principal de valoración estudiado fue el desarrollo de depresión mayor o menor posterior al accidente cerebrovascular, evaluada mediante la Entrevista clínica estructurada según el DSM-IV aplicada al inicio y a los 3, 6, 9 y 12 meses. Aunque los investigadores desconocían la medicación asignada, sí llegaban a saber los que eran tratados con terapia de resolución de problemas en el curso de la evaluación de los pacientes.
Los autores encontraron que, después de ajustar por antecedentes previos de trastornos del ánimo, los pacientes del grupo sometido a un placebo tenían una probabilidad 4.5 veces mayor de sufrir depresión que los tratados con escitalopram (11 casos de depresión mayor y 2 de depresión menor en el grupo del placebo, 22.4%, frente a 3 casos de depresión mayor y 2 de depresión menor en el grupo de escitalopram, 8.5%; cociente de riesgo ajustado de 4.5; CI del 95%, 2.4 a 8.2, p < .001). El grupo sometido a un placebo presentó 2.2 veces más probabilidades de experimentar depresión que los pacientes que recibieron terapia de resolución de problemas (p < .001). El número de pacientes necesario a tratar para prevenir un caso de depresión fue de 7.2 con escitalopram y de 9.1 con la terapia de resolución de problemas.
Sin embargo, una limitación importante de este estudio fue que 27 pacientes no llegaron a comenzar el tratamiento después de la aleatorización; cuando se reevaluaron los datos utilizando un modelo de intención de tratar, partiendo del cálculo conservador de que los 27 abandonos hubieran tenido depresión, el escitalopram seguía siendo significativamente superior al placebo en términos de porcentaje de pacientes con depresión (23.1% frente a 34.5%, cociente de riesgo ajustado 2.2; CI del 95%, 1.2-3.9, p = .007), no así la terapia de resolución de problemas (30.5% frente al 34.5%, cociente de riesgo ajustado 1.1; CI del 95%, 0.8-1.5, p = .51).
Este estudio demuestra que un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina administrado después de un accidente cerebrovascular puede prevenir la depresión posterior, un trastorno frecuente que afecta a la calidad de vida, al rendimiento y al potencial de rehabilitación de estos pacientes. Si este resultado se confirma, entonces el tratamiento con uno de estos modernos antidepresivos podría ser una de las intervenciones más útiles que podamos ofrecer a nuestros pacientes con accidentes cerebrovasculares antes del alta hospitalaria.
BIBLIOGRAFÍA
Robinson RG et al: Escitalopram and problem-solving therapy for prevention of post-stroke depression. JAMA 299:2391, 2008 [PMID: 185059
Fuente: Harrison Medicina
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